Análisis fundamental.

El análisis fundamental se utiliza para decidir si se compran o se venden acciones de una compañía concreta dependiendo de la situación económica de la misma, de la situación del entorno económico y social en el que se mueve la compañía, y de las previsiones de cambio de la misma.
Situación de la compañía.
La situación de una compañía puede tenerse en cuenta positivamente a la hora de comprar al considerar elementos periódicos como el hecho de que todos los años entreguen dividendos. También es interesante que los resultados económicos de la compañía sean buenos en general. Sin embargo, casi es más importante analizar la situación económica para ver qué acciones no comprar o de qué acciones compradas deshacerse, en el caso de los resultados de la compañía parezcan predecir una bancarrota.
En la situación de una compañía, un factor importante es el número de acciones que cotizan en el mercado y la participación que suponen estas acciones en el total del accionariado. También es igualmente importante el flujo de noticias que la compañía genera. Una compañía grande, conocida y que tenga muchas acciones en el mercado supone que constantemente se producen operaciones de compraventa de las acciones de la compañía, de modo que si en un momento dado se quiere vender siempre habrá compradores. Una compañía más pequeña o con poco capital en bolsa puede causar problemas a la hora de vender acciones, ya que si tiene menos inversores interesados en la acción, es más difícil encontrar un comprador a un buen precio. El que el número de acciones que se negocian sea bajo, también afecta a la variación de la cotización. Una compañía grande va variando la cotización de sus acciones céntimo a céntimo, con lo que se pueden controlar variaciones de precio de pequeño porcentaje. En el caso de compañías pequeñas, el interés de una sola persona o grupo inversor por comprar o vender puede causar una variación muy importante en el precio de la acción.
Situación del entorno socioeconómico.
En el entorno en el que se mueve una compañía hay decenas de factores que pueden influir en la evolución futura del precio de la acción. El problema es que no siempre son los mismos los factores que influyen y no siempre los factores influyen de igual forma.
El ámbito al que pertenece una compañía cotizada influye en la valoración de las acciones por el hecho de que muchas inversiones se realizan teniendo en cuenta aspectos sectoriales de tal forma que los movimientos que afectan a la cotización de una compañía de un sector concreto normalmente terminan afectando a todos. Si vemos por ejemplo que los resultados presentados por varios bancos son buenos y su cotización sube, es posible que los resultados de un banco que aún no ha presentado resultados vayan a ser también buenos con lo que conviene invertir.
Siguiendo dentro del ámbito de los bancos, podemos tener en cuenta los movimientos y las respuestas del sector. Si un gran banco compra un banco mediano con una mejora en el precio de las acciones de este banco mediano, es posible que otros bancos medianos vayan a ser comprados por otros bancos grandes que quieran restablecer el equilibrio en el sector.
Dentro de un entorno económico general, existen compañías cuyos resultados apenas se ven influidos por la situación económica general (como las funerarias) u otras que mejoran en caso de empeoramiento económico (como las compañías de alimentación con descuento), mientras que otras (como las empresas de automoción o las de viajes) tienen mejores resultados cuando la economía crece.
Las políticas que se ejercen en un determinado momento tienen gran importancia en la evolución de la bolsa y de las acciones de sus empresas cotizadas. A nivel general, se pueden aplicar políticas económicas en las que el dinero fluya fácilmente (acudiendo entre otros sitios a la bolsa y haciendo que suba el precio de las acciones) o políticas económicas orientadas a limitar la inflación (limitando el acceso al dinero con lo que en general baja el precio de las acciones).
A un nivel más concreto, una política sobre un sector influye para bien o para mal en todas las compañías del sector. Si por ejemplo se modifica una tasa de venta de electricidad, esta modificación tendrá efectos directos en los resultados de negocio de las eléctricas siendo un factor relevante para comprar o vender acciones de una de estas compañías.
Otro aspecto que puede influir en la evolución de la compañía es la aparición de sucesos o noticias que tengan relevancia social. Por ejemplo, las noticias de epidemias en la ganadería suelen ir acompañadas de bajadas en la cotización de las compañias de productos cárnicos y subidas en la cotización de las compañías de conservas marinas.
Previsiones de cambio.
Todos los factores que hemos comentado acerca de la situación de la empresa y su entorno tienen importancia a la hora de decidir si se compran o se venden acciones de una determinada compañía. Pero tienen más importancia las previsiones de cambio.
El que una compañía esté en una situación buena o mala es algo que habrá supuesto a lo largo del tiempo subidas o bajadas en el precio de la cotización de las acciones de esa compañía. Pero en una situación estable, el precio vigente ya refleja la situación de la compañía. Este es el motivo por el que en general la cotización de las compañías que funcionan bien es alta, mientras que compañias con problemas económicos tienen acciones con precios muy bajos. A la hora de comprar o vender acciones de una compañía, más que la situación de la misma hay que pensar si va a mejorar o va a empeorar respecto a cómo está.
El hecho de que el precio de la acción refleje la situación de la compañía puede dar lugar a paradojas. Si una compañía con beneficios que cada trimestre aumenta el porcentaje de beneficios respecto al trimestre anterior presenta unos resultados trimestrales en los que el porcentaje de beneficio se estanca, es probable que la cotización de las acciones de la compañía baje. La compañía con beneficios probablemente reparta dividendos a sus accionistas y teniendo una acción de la compañía se obtendrá dinero, pero el precio previo era más alto porque tenía en cuenta los beneficios esperados y un incremento adicional.
En cambio, si una compañía que lleva tres trimestres consecutivos con pérdidas presenta un trimestre con menos pérdidas, es probable que las acciones de la compañía suban ante la noticia. Son comunes casos en los que la noticia de despidos masivos o cierres de ramas de una compañía van acompañados por subidas en el valor de la compañía.
Para realizar un análisis fundamental teniendo en cuenta estas previsiones de cambio se tiene que responder ágilmente a los cambios (como entender las posibles consecuencias de una nueva ley sobre el precio de una acción antes de que otros inversores lo hagan), y se tiene que poder deducir consecuencias de hechos que en principio no parecen conexos (por ejemplo, un incremento en las ventas de ladrillos podría anticipar en unos trimestres un incremento en las ventas de las empresas de mobiliario).

Enlaces
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