Función de las bolsas de valores.

La función principal de un mercado secundario es proporcionar liquidez a los títulos ya emitidos con el fin de aumentar su aceptación. Si hay un entorno en el que puedan venderse fácilmente los títulos comprados, habrá más inversores potenciales que se interesen en concretar la inversión que si es difícil obtener liquidez.

Para un posible inversor, las opciones de comprar deuda o acciones negociables en un mercado de valores son muy convenientes en el sentido de que se ajustan a las condiciones indicadas anteriormente para que un inversor financie a una compañía:

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El inversor conoce la existencia de la compañía y de la necesidad de financiación a través de la información pública que la compañía realiza como requisito previo a una emisión de deuda o una oferta de venta de acciones. 
Además, el hecho de que las acciones se negocien en un mercado como una Bolsa de Valores del que suele haber información constante en muchos medios, atrae la atención de posibles inversores hacia las compañías que figuran en ese mercado.
Información.
En las emisiones de deuda, el inversor conoce los plazos y las condiciones con las que se ha emitido deuda de un tipo concreto anteriormente, de forma que puede conocer el valor de la emisión con bastante precisión. Además, puede comprar en el mercado secundario conociendo el valor de compra en un momento dado.
Las compañías o entidades emisoras de deuda son evaluadas por agencias de rating de forma que es posible tener una idea previa del riesgo que supone participar en estas emisiones.
El inversor que compra acciones, no tiene una garantía de que esas acciones vayan a subir o bajar de precio y cuánto lo harán, pero sí dispone de una información muy detallada de la compañía y su evolución financiera (uno de los requisitos de una compañía para salir a bolsa es un nivel de transparencia en su información económica). Además, el inversor cuenta con la opinión del mercado a cada momento, que tiende a reflejar con rapidez cualquier información que pueda afectar al valor.
Liquidez.
El accionista de una entidad no cotizada puede tener dificultades para vender su parte en un momento dado si no aparecen compradores potenciales interesados o la oferta de éstos no es suficiente. El comprador de un producto de deuda no negociado, debe esperar al vencimiento del mismo para poder obtener el rendimiento esperado. Esta situación no se da en el caso de los valores negociados en mercados secundarios.
La existencia de un mercado secundario público, abierto y controlado, sirve para que los interesados en vender o comprar acciones o deuda conozcan a cada momento el valor al que se negocian los productos y puedan hacer peticiones de compra o de venta en las mismas condiciones del resto de inversores.

Enlaces
      Cómo debería ser un mercado perfecto.

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