Mercado secundario de futuros.

El contrato de futuros puede negociarse antes de llegar a su término. De esta forma se recibe dinero o se paga dinero a cambio de asumir las condiciones del contrato que según pasa el tiempo y se acerca la fecha de finalización pueden ser más favorables o más desfavorables que las que marca el mercado en ese momento. El precio de esta negociación de los contratos viene dado por la oferta y la demanda del mercado.
Supongamos un contrato de futuros en el que se estipula la compraventa a 1 de mayo de un paquete de 100 acciones de una compañía eléctrica, a un precio de 6 euros por acción. El pago inicial es de 100 euros. A día 15 de abril, el comprador del contrato verifica que las acciones valen 5.50 euros y cree que seguirán bajando.
El comprador inicial del contrato podría negociar en un mercado secundario su contrato de futuros vendiéndoselo a un tercero por 50 euros. De esta forma, limita su pérdida a 50 euros por contrato (los 100 que pagó inicialmente menos los cincuenta que ha recibido).

El nuevo comprador del contrato tiene ahora por un precio de 50 euros un contrato por el tiene que pagar 500 euros adicionales a fecha de vencimiento (para sumar 600 euros de 100 acciones a 6 euros). Si el precio de la acción sube por encima de los 5.50 euros, con su pago de 550 euros habrá ganado más de 550 euros. Si el precio de la acción baja por debajo de 5,50 euros, a vencimiento el comprador del contrato deberá pagar 550 euros para recibir 100 acciones con un valor total de mercado menor.
Otra opción para el inversor que opera con contratos de futuros que no ve clara su posición es cerrar posiciones. Cerrar posiciones significa realizar la operación contraria a la inicial: una posición compradora quedará cerrada vendiendo un futuro con igual fecha de vencimiento, y una posición vendedora quedará cerrada si se compra el mismo futuro.
Un inversor que haya comprado 3 contratos para comprar un número de valores de un subyacente concreto en una fecha concreta, puede vender 3 contratos de ese mismo subyacente y fecha. De esta forma, a vencimiento el inversor no tendrá que comprar ni vender ningún producto subyacente, ya que las obligaciones de compra y venta se compensan.
El hecho de que en un mercado de futuros se puedan cerrar posiciones antes de llegar a vencimiento hace que sean posibles operaciones de compra y venta de contratos de futuros en el mercado secundario que se cierran sin implicar ninguna operación sobre el valor subyacente. En estas situaciones, el subyacente funciona sólo un valor sobre cuyo precio se ha especulado.

Enlaces
      Futuros sobre los tipos de interés.
      Qué son los contratos de futuros. 

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