Quién participa en la bolsa de valores.

La evolución de la bolsa y sus valores genera un flujo continuo de información en todos los medios de comunicación y los mercados y su evolución suponen una referencia para muchas personas. Esto no quiere decir, sin embargo, que todas las personas inviertan, ni que la economía se reduzca a la bolsa.

La capitalización de la bolsa española, ronda el billón de dólares, lo que supone unas cifras de más de 20000 dólares (más de 16000 euros) por español. Sin embargo no todos los inversores son españoles y la inversión por parte de inversores privados es minoritaria. Alrededor del 10% de las operaciones diarias en la bolsa de valores se realiza por parte de inversores individuales. La mayor parte de los movimientos se realiza por parte de profesionales que gestionan grandes capitales como los de un fondo de pensiones o un fondo de inversión. Muchas de estas operaciones se realizan de forma automatizada en respuesta a controles preestablecidos sobre el precio o el cambio de cotización de un valor, de forma que el movimiento de la bolsa que depende de una noticia emitida en la radio o la televisión no suele ser tan relevante como cabría esperar.

La bolsa y la economía.

Siguiendo con la bolsa española, la capitalización de la misma supone un porcentaje que equivale a alrededor del 40% del producto interior bruto del país. Esta cifra es menor que en grandes bolsas como la de Londres, cuya capitalización equivale al 80% del PIB del Reino Unido, o las de Tokio y Nueva York que tienen capitalizaciones que suponen más del 70% del producto interior bruto de sus países.

En España, más del 90% de las empresas son Pymes. La práctica totalidad de estas Pymes no se encuentra representada en bolsa.
También hay grandes compañías que, siendo sociedades anónimas, no usan el mercado de valores como instrumento financiero en el que negociar sus acciones. Algunos ejemplos son El Corte Inglés, Roca, Lladró o Mercadona.
De hecho, para que una compañía alcance gran tamaño, no es un requisito que sea una sociedad anónima. Ejemplo de esto lo tenemos en cooperativas como Consum o Fagor, o en sociedades limitadas como Pamesa Cerámica o las sedes en España de Accenture, BASF y McGraw Hill.

Esto no quiere decir que la bolsa de valores y la economía sean independientes. Las compañías con más peso en la bolsa española, como Inditex, Telefónica, Santander, BBVA o Repsol, son también compañías con mucho peso en la economía nacional. La buena o mala situación de un sector económico se refleja (en ocasiones de forma anticipada) por la misma evolución en bolsa de las compañías de ese sector económico.

La economía global determina a medio y largo plazo la evolución bursátil de las empresas. Y también el mercado bursátil puede afectar a la economía general. Muchas grandes compañías tienen la mayor parte de su capital en bolsa y la evolución de los precios de las acciones afecta directamente a los accionistas, que son los propietarios de dichas compañías. Esto lleva hasta el punto de que muchas decisiones económicas de grandes empresas van enfocadas a mejorar el rendimiento de las acciones a corto-medio plazo más que a garantizar a medio-largo plazo la mejor evolución económica de la compañía y con ella del sector en el que se desenvuelve.

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      La protección de los mercados.