Fondos inmobiliarios.

Los fondos inmobiliarios son fondos de inversión en los que los activos de la inversión son inmuebles. Un fondo inmobiliario es creado a través de una sociedad que gestiona el fondo. Esta sociedad aporta expertos que realizan inversiones en inmuebles. Como en el caso de las inversiones individuales, las inversiones que forman la cartera de un fondo inmobiliario pueden buscar obtener rendimiento a los inmuebles por medio del alquiler o por medio de la venta posterior de los mismos a mejor precio.

Un inversor invierte en un fondo inmobiliario a través de la compra de participaciones en el mismo. Las participaciones son fracciones en las que se divide el total del valor de los productos que constituyen el fondo.
Por ejemplo, un fondo concreto puede constar de diez millones de participaciones y tener activos inmobiliarios (como viviendas en propiedad, locales en alquiler, hoteles o centros comerciales) con un valor de ciento quince millones de euros. En ese caso, cada participación valdrá 11,5 euros. 
Cuando los activos asignados al fondo suben de valor, el valor de las participaciones del inversor sube. Cuando los activos asignados al fondo bajan de valor, el valor de las participaciones del inversor baja.

Ventajas y desventajas de invertir en fondos inmobiliarios. 

La inversión en fondos inmobiliarios tiene dos posibles ventajas respecto a la inversión en inmuebles que pueda realizar el inversor individual: asesoramiento experto y diversificación. 
  • Asesoramiento experto. Un fondo inmobiliario está gestionado por personas con conocimientos del mercado inmobiliario y dedicadas a la búsqueda de las mejores inversiones en cada momento. Esto supone, al menos teóricamente, que las compras y ventas realizadas por los gestores serán más rentables que las que pueda hacer un inversor individual con menos información y tiempo para estudiar el mercado. 
  • Diversificación. La diversificación es la mayor diferencia entre las inversiones individuales y la compra de participaciones en un fondo de inversión. Un inversor a título individual podrá invertir en un número muy limitado de inmuebles por el hecho de ser cada inmueble una inversión costosa. Un fondo de inversión en inmuebles dispone de un capital importante con el que puede repartir la inversión en inmuebles de distintas clases y en distintos lugares. 
    La diversificación reduce los riesgos de una inversión. Un inversor puede comprar una casa en una localidad que depende de una mina, la mina puede cerrar y no haber nadie interesado en comprar o alquilar la casa. Un fondo puede comprar cien casas en cien localidades distintas; es posible que alguna de las casas suponga un mal negocio, pero esto afectará a un porcentaje limitado de la inversión. 

Así como tiene ventajas, invertir en fondos inmobiliarios puede tener desventajas respecto de la inversión individual en viviendas:
  • Costes. La inversión en fondos tiene unos costes de gestión. Estos costes incluyen el pago a los expertos que gestionan el fondo, los gastos como propietarios de los inmuebles que se alquilan y los impuestos sobre los inmuebles, sobre las transacciones y sobre los beneficios. Estos costes pueden reducir de forma importante los rendimientos recibidos por el inversor. 
  • Pérdida de oportunidades concretas. El inversor individual puede no conocer el mercado tan bien como el experto gestor del fondo. Pero podría encontrarse con oportunidades concretas (por ejemplo la necesidad de un conocido de vender un local con urgencia que le haga solicitar un precio muy bajo) que le permitan alcanzar unos resultados mejores que los del fondo.

Enlaces
       Inversión en préstamos hipotecarios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario