Factores que influyen en el precio de los bienes tangibles.

Algunos de los factores que influyen en el precio que pueden alcanzar los bienes tangibles son:

  • Precios alcanzados.
  • Rareza del objeto.  
  • Conocimientos del comprador y del vendedor.
  • Moda, publicidad o relevancia mediática.

Precios alcanzados.

Los bienes tangibles en muchos casos son elementos únicos, de forma que no se pueden valorar de una forma objetiva. Una forma de valorar asociada a esta clase de bienes es utilizar los precios alcanzados anteriormente en ventas del mismo bien o de objetos semejantes. Si se trata de un objeto que se ha comprado recientemente, es probable que el comprador exija por su venta un precio superior al de la compra. En objetos semejantes, cualquier comparación puede ser subjetiva.
Si se subasta un cuadro de Ramón Gómez Cornet, que tiene más de 1000 obras en su haber, es posible acudir a precios de ventas previas para calcular el valor de una obra. Pero cada obra es única y la valoración puede ser muy distinta incluso para óleos de una misma época.

Rareza del objeto. 

La rareza del objeto tiene importancia, especialmente, en aquellos objetos que en origen no eran tan infrecuentes como en la actualidad.
Por ejemplo, la rareza influye de forma muy destacada en la valoración de un sello. Tienen más valor los sellos de los que quedan pocos ejemplares que aquellos de los que se ha conservado un número mayor de ejemplares.
La rareza del objeto es algo que evoluciona con el tiempo. Para un inversor en bienes tangibles la rareza del objeto y el ritmo de desaparición de ejemplares del mismo puede ser un criterio para tener en cuenta a la hora de elegir una inversión.
Por ejemplo, un vehículo antiguo adquiere más valor a medida que se va haciendo más inusual. Así, un objeto de uso cotidiano, como el Ford T, del que se produjeron más de 10 millones de vehículos y cuyo precio era de unos cientos de dólares (dependiendo del modelo y la época). Se ha convertido actualmente en un vehículo de colección con un precio que puede superar los 20000 euros.
Otro ejemplo lo podemos encontrar en la numismática. Hasta la segunda mitad del siglo XX, muchas monedas de uso corriente estaban acuñadas en plata. Cuando estas monedas dejaron de circular, su valor numismático era relativamente bajo por haberse emitido muchas monedas. Esto ha hecho que en muchos casos el valor de la moneda por su contenido en plata fuese mayor que el valor de la moneda como artículo de colección, de forma que muchas se han vendido al peso y fundido. Como estas monedas son cada vez menos, su valor como objeto raro irá subiendo con el tiempo.

Conocimientos del comprador y del vendedor.

Puede que el comprador o el vendedor de un bien tangible no sean conscientes de la rareza del bien con el que tratan, o de los precios por los que se han vendido anteriormente bienes semejantes. En esa situación, probablemente la venta se cierre a un precio muy distinto que si el comprador y el vendedor tienen una idea muy clara del valor del objeto.
Si un experto descubre una escultura de valor a la venta en un mercadillo y el vendedor no conoce la historia o la autoría de la escultura, es probable que el comprador adquiera la obra a un precio muy inferior al que realmente la valora.
Si un inversor con poca experiencia intenta entrar en el mundo del mueble antiguo y encuentra a un vendedor con mucha experiencia y poca honradez, puede que el inversor termine pagando por una imitación el precio de un bargueño del siglo XVIII.

Enlaces
       La publicidad y la moda en el precio de los bienes tangibles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario