La evolución en el precio de los mercados.

La evolución de un mercado concreto se determina a partir de la evolución de los precios de los valores que los componen. Teniendo en cuenta el volumen de negociación de los distintos títulos y las subidas o bajadas de estos títulos, se pueden crear índices que resumen la evolución del mercado. Un mercado crecerá los días en los que los distintos valores negociados tiendan a subir y bajará en los días en los que los distintos valores negociados tiendan a bajar. Si hay mucha variedad en la evolución de los precios de las acciones negociadas (unas suben y otras bajan), el mercado permanecerá estable o subirá o bajará si lo hacen las acciones con más peso en el mercado.

Así como la evolución creciente o decreciente del mercado vienen determinadas por las evoluciones de las acciones individuales, si se llega a una situación en la que la tendencia del mercado es clara, esta tendencia puede retroalimentar a los valores de las distintas compañías negociadas.
Supongamos por ejemplo un mercado en el que se negocian acciones de 100 compañías. Los precios de negociación de 60 compañías crecen, 10 permanecen estables y los precios de 30 compañías bajan. El mercado en conjunto es creciente. Si esta situación se prolonga durante unos días, es probable que el crecimiento del mercado influya en la cotización de las compañías, de forma que pocas de las que crecían dejen de hacerlo y las que estaban estables o bajaban pasen a subir. Es probable un “clima de optimismo” que haga, por ejemplo, que en sesiones posteriores de las 100 compañías suban de precio 80, permanezcan 8 estables y sólo bajen doce.
La influencia de la evolución del mercado en la cotización de valores concretos, hace que la evolución del mercado sea un factor que se tiene en cuenta por parte del inversor aunque éste invierta en valores individuales. Muchos inversores buscarán en los mercados tendencias crecientes o decrecientes actuando como compradores cuando detectan el inicio de una tendencia creciente o como vendedores cuando detectan el inicio de una tendencia decreciente.

Tendencias crecientes y decrecientes en los mercados.
Si las tendencias de un mercado son muy marcadas, llevan su propio nombre. En mercados anglosajones, se habla de bull market o de bear market.
  • Bull market es un mercado creciente. El término suele usarse para calificar mercados que han subido un 20% en un período.
  • Bear market es un mercado decreciente. El término suele usarse para calificar mercados que han bajado un 20% en un período.
Los términos bull y bear significan toro y oso. Una de las posibles explicaciones para el hecho de que un mercado que sube sea un mercado toro y un mercado que baja sea un mercado oso, se encuentra en las luchas organizadas entre animales. Parece ser que una de las distracciones en California en el siglo XIX consistía en acudir a veladas en las que se enfrentaban toros con osos y en esta clase de disputas se verifica que el toro ataca de abajo hacia arriba, cabeceando para cornear, mientras que el oso se expresa atacando con sus garras de arriba hacia abajo. De esta forma, el fuerte del ataque del toro es hacia arriba, como los precios en mercados crecientes y el del toro es hacia abajo, como los precios en mercados decrecientes. Así, la tradición taurina española, trasladada a México y adaptada en California, habría inspirado estos dos términos económicos.

Cabe reseñar que en España, también se ofrecieron hasta comienzos del siglo XX  espectáculos de lucha de toros contra otros animales, siendo una de las estrellas de la lucha la elefanta Pizarro, que si hubiese vivido en Estados Unidos en lugar de en la Casa de Fieras de Madrid, bien podría haber dado nombre a un elephant market.

Enlaces
      Crecimiento de la bolsa en el tiempo.

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