Formas de invertir en valores. Propiedad y apuestas.

Propiedad. Compra de acciones. 
El inversor pasa a ser copropietario de la empresa.
Como en el caso de las emisiones de renta fija, las acciones pueden comprarse en el momento de la emisión o en un mercado secundario.
  • Compra de acciones en la emisión. Al comprar acciones en la emisión, el inversor financia a la empresa aportando a la compañía el dinero que paga por las mismas.
  • Compra de acciones en el mercado secundario. La compraventa de acciones en el mercado secundario no tiene relación directa en las cuentas de la compañía puesto que el importe a ingresar por la venta de esas acciones se obtuvo en el momento de la emisión. Sin embargo, el precio al que se encuentren las acciones de la compañía en el mercado tiene mucha importancia para la compañía en dos aspectos:
Nuevas emisiones. La posibilidad de obtener financiación por medio de nuevas emisiones depende en gran medida del valor de las acciones y la evolución pasada de este valor. Compañías con acciones poco valoradas tendrán menos posibilidades de realizar una ampliación exitosa que compañías con acciones que resultan de interés para muchos inversores.
Reparto del accionariado en la compañía. Las compras y ventas de acciones influyen en el reparto del accionariado en la compañía. Los accionistas o grupos mayoritarios son los que toman las decisiones en la compañía, de modo que el mercado secundario puede generar cambios de gestión en la compañía.

Apuestas. Compras o ventas de derivados. 
Los derivados son títulos que no implican una propiedad actual sino el derecho o la obligación de realizar alguna transmisión de propiedad sobre un bien en el futuro.
Al comprar un derivado como una especulación, el inversor no tiene en cuenta tanto el activo subyacente como la probabilidad de que el precio del activo suba o baje más allá de un margen y los posibles beneficios que este cambio del precio le reportarían.
La compra o venta de derivados no afecta directamente al valor contable de una compañía, ya que los derivados no se emiten por la compañía concreta que los tiene como valor subyacente.

Sí hay una influencia indirecta, que puede ser importante, de los derivados en el precio futuro del valor subyacente de los mismos.
El inversor que opera con derivados apuesta por la opción que cree que va a reflejar el valor real del subyacente en un momento concreto. Por ejemplo, la investigación para determinar qué operación realizar sobre derivados de una acción es una investigación sobre el precio futuro de la acción y tal vez sobre la evolución de la compañía que haga posible ese precio futuro. En este sentido, el inversor en derivados trata de anticipar el mercado y la economía.
Si la inversión en derivados es realizada por grandes grupos inversores, ésta puede no sólo anticipar el valor del subyacente sino modificar el valor del mismo para que se ajuste a lo esperado por estos grandes grupos inversores.
Supongamos que un gran inversor realiza una operación en derivados sobre las acciones de una constructora concreta de la que espera sacar beneficios si el precio de las acciones de la constructora baja por debajo de un nivel. Siendo un gran inversor, podría comprar un paquete de acciones de dicha constructora y venderlas a bajo precio intentando crear una opinión negativa sobre el valor de dichas acciones para que bajen y así su apuesta en derivados sea exitosa. Esta operación es puramente financiera y no tiene relación con la economía real de la constructora, pero podría suponer una variación en el precio de las acciones de la misma o incluso una desestabilización en la cúpula de la misma.

Enlaces
      Las bolsas de valores.
      Acciones.
      Qué son los derivados.

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