Metales preciosos y moneda.

Los metales preciosos se han utilizado históricamente como moneda por su escasez y porque son un bien que no puede ser creado por el hombre. El hecho de que los metales preciosos no sean bienes manufacturados, evita situaciones de superproducción que deprecien su valor.

Valor de una divisa.
El valor de una divisa lo puede proporcionar la seguridad del gobierno que la emite o el valor intrínseco del material de la emisión.
Un billete de 100 unidades monetarias y un billete de 100 millones de unidades monetarias tienen el mismo coste de fabricación, por lo que el valor de un billete depende sólo de la garantía que el gobierno emisor aporte de que el billete se puede intercambiar por otros bienes (por más bienes en el caso del billete de 100 millones de unidades que en el caso del billete de 100 unidades). En cambio, un gramo de oro tiene un valor intrínseco, que es mil veces inferior a un kilogramo de oro. Y este valor es prácticamente universal, con independencia del país o forma de gobierno.

Las depreciaciones de monedas han ocurrido históricamente con divisas emitidas en forma de billetes o metales de poco valor. También históricamente, una forma que han tenido los gobiernos para garantizar el valor de su divisa ha sido emitirla en un metal noble (monedas de oro o plata) o bien garantizar las emisiones con reservas de oro o plata.

Uno de los motivos de la inflación es la continua emisión de billetes, que hace que haya más dinero en el mercado. Si el dinero en el mercado crece más que la oferta de productos, los precios suben. Los metales preciosos, como un bien que sólo crece con las explotaciones mineras, se consideran un refugio ante la inflación y son uno de los productos cuyo precio sube cuando hay mucho dinero en el mercado.


Relación de precios entre el oro y la plata.

Se calcula que existe unas 17 veces más plata que oro en el mundo. Debido a esto, la relación de precios entre el oro y la plata ha estado históricamente en ese nivel o algo menor.
Por ejemplo, en el Reino Unido, un Soberano de oro es una moneda que pesa 7.988 gramos, de los que 7.32 son de oro. Esta moneda equivale a 20 chelines de plata, que pesan en total 104.60 gramos. La relación de equivalencia da que 104.60 / 7.32 = 14.29 gramos de plata por gramo de oro.
En Estados Unidos, en el Acta de la Moneda del 2 de abril de 1792, se definen las monedas a acuñar por el Gobierno, estableciéndose entre otras una moneda de 247,5 granos de oro que vale 10 dólares y una moneda de dólar que pesa 371.25 granos de plata. La relación entre las dos monedas indica que hacen falta 15 granos de plata por cada grano de oro. Esta relación entre dos monedas tuvo que ir subiendo poco a poco. Hasta 1833 subió a 15.6 a 1 y en 1837 el ratio se subió a 16.002 a 1. La necesidad de ajustar la relación se debe a la existencia de distintos cambios en otros países que hacía que saliese oro de Estados Unidos a otros países que pagaban hasta 16 a 1 y a cambio entrase plata.
Esta relación entre los precios del oro y de la plata se transformó a lo largo del siglo XX, siendo mucho más valorado el oro que la plata con una relación mayor de 30/1 hasta 1980 y mayor de 50/1 salvo cortos períodos después de esa fecha.

El patrón bimetálico y el patrón oro.

El uso de un patrón basado en dos monedas, como el patrón plata-oro, supone en la práctica que una de las dos monedas tiende a desaparecer del mercado. Esta situación fue descrita por Thomas Gresham en el siglo XVI y se denomina la ley de Gresham. La idea básica es que si hay dos monedas con una paridad fijada artificialmente y el valor real de la relación entre las dos monedas no es igual que el de la paridad fijada, las monedas de más valor tenderán a desaparecer del mercado. La moneda sobrevalorada, “mala”, pasa a ser la única que realmente circula en el mercado mientras que la gente tiende a acumular la moneda infravalorada.
En Estados Unidos se fijó en 1792 una relación de 15 a 1 entre las monedas de plata y las de oro. Al ser la valoración real mayor (16 a 1), la gente prefería acumular las monedas de oro en lugar de usarlas en el día a día. Por este motivo, en la práctica las monedas circuladas eran de plata.
La misma situación se ha dado en países con monedas de plata y monedas de otras aleaciones menores (las monedas de plata dejan de circular porque la gente prefiere acumularlas y usa las monedas de otras aleaciones para los pagos diarios).
En 1873 se dejaron de hacer monedas en plata en Estados Unidos y el 1 de enero de 1879 el patrón estadounidense pasó a basarse únicamente en el oro. La mayor parte de los países fueron adoptando este mismo patrón oro entre la segunda mitad del siglo XIX y la Primera Guerra Mundial.
En la Primera Guerra Mundial, el estándar basado en el oro se tuvo que abandonar por la falta de oro para cubrir todos los gastos que acarreaba la guerra. Se intentó reestablecer en la década de los años 20 pero el patrón oro colapsó con la Gran Depresión de los años 30 del siglo XX.

Enlaces
      Apreciación del oro y de la plata.
      Los metales preciosos.

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